He leído esta pequeña-gran obra motivado por la lectura de "Corazón tan blanco", pues hacía referencia como veremos a una frase que se pronunciaba en Macbeth. No he encontrado un paralelismo entre ambas obras muy evidente, a falta de una reflexión más profunda; pero he disfrutado de una magnífica obra acerca de las pasiones de las que estamos compuestas las personas. En Shakespeare, sin medida: el ambicioso es ambicioso hasta las últimas consecuencias. ¿Siguen siendo vigentes sus personajes? Nuevas formas, pero siguen ahí. También las tribulaciones de Macbeth después de lo hecho aparecen de alguna manera a lo largo de la obra de Javier Marías.
Ante
las dudas acerca del asesinato que acaban de llevar a cabo, interviene Lady
Macbeth dirigiéndose al propio Macbeth: "Ya están mis manos
del color de las vuestras; pero me avergonzaría de tener un corazón
tan blanco... ¡No os dejéis perder tan miserablemente en vuestros
pensamientos!... p. 199
También
juega a lo largo de la narración Javier Marías con la frase final
que es tan popular. De nuevo es Lady Macbeth la que hace los
reproches "¿por qué siempre solo, acompañándoos de tristes
pensamientos y acosado por ideas que debieron morir con los que las
engendraron? Debe darse al olvido lo que no tiene remedio. Lo hecho,
hecho está" p. 208
"¡Las
cosas que principian con el mal, solo se afianzan con el mal!" p. 209
"Toda
fiesta se agua si el que la ofrece no muestra a cada instante que la
ofrece con gusto. Si no, el invitado prefiere quedarse en su casa. De
otra parte, los agasajos son el mejor condimento, y toda reunión sin
ellos parece desierta." p. 211
"La
confianza es el mayor enemigo de los mortales" p. 214
Macduff
a Malcolm, hijo del rey asesinad: "¡Tu real padre era un santo
rey, y la reina que te acarició en su regazo, más veces genuflexa
que levantada, murió cada día que vivió" p. 224
Ross
a Macduff: "Vuestro castillo ha sido sorprendido; vuestra esposa
y vuestros niños, bárbaramente asesinados. ¡Contaros cómo, sería
agregar vuestra muerte a esta matanza!... p 225
Malcolm
solicita a Ross que explique cuanto antes: "Dad palabras al
dolor. La desgracia que no habla murmura en el fondo del corazón,
que no puede más, hasta que le quiebra" p. 226
En
torno a la misma desgracia Malcolm: "Aceptad cuanto os consuele.
¡No hay noche, por larga que sea, que no encuentre al fin el día!"
p. 226
Dejando
patente el carácter heróico de los hombres de la Edad Media:
"¡Pues, entonces, sea soldado de Dios! ¡Tuviera tantos hijos
como cabello, no les desearía una muerte tan magnífica! Y con esto
ha sonado su doble de campanas" p. 235
Me encantan los escritos de Shakespeare creo que son fantásticas palabras que de una u otra forma pueden servir en diferentes etapas de la vida como: “Al nacer, lloramos porque entramos en este vasto manicomio ”
ResponderEliminarCertera frase que me gustaría saber en cuál de sus obras podría encontrarla. Perdón por el retraso en la contestación. Espero que aún visites el blog y puedas contestarme.
ResponderEliminarSaludos.
Es de El rey Lear.
EliminarGracias, Mariolas. Quizá tu frase me anime a leerlo.
EliminarSaludos