La narrativa pulida y desprovista de adornos
que Jesús Carrasco despliega magistralmente en Intemperie, también está
presente en esta excelente novela. En ella plantea diversos temas y dilemas
morales que zarandean a los personajes a los que se exponen; pero que alcanzan
de lleno a los lectores, pues quien más quien menos se encuentra por arriba,
por abajo o por los costados con situaciones parecidas en lo esencial. Qué
hacer o cómo gestionar las necesidades de nuestros mayores, ¿Estamos obligados
a devolver aquello que nos dieron? ¿Hasta dónde podemos y queremos llegar?
Carrasco nos invita a través de su sencilla
pero envolvente historia a reflexionar sobre este tema que cada día toma más
fuerza.
“Juan intenta
cortar su monólogo sin éxito porque cada vez que hace amago de seguir su camino
la mujer le agarra del brazo y vierte sobre él
una nueva palada de desgracias” Pág. 13
“En el “tiene
mucho por delante”, Dolores le está diciendo Prepárate. No importa lo cansado
que estés, cuántas horas hayas viajado, si has dormido o no, si has comido o
no, si te apetece o no. Lo que toca ahora es irte a casa, afeitarte, darte una
ducha y marcharte con tu hermana y tu madre al tanatorio a recibir pésames” Pág.13
“Porque si el muchacho no ha recibido el sacramento del matrimonio ni ha ganado una plaza de funcionario, entonces sigue siendo un ser incapacitado para sacar adelante su propio hogar” Pág. 28
“En el tiempo
que lleva en la ciudad cree haberlos recorrido todos o casi todos (los parques)
Le gusta particularmente el que está al pie de Arthur Seat (…) Hay parques por
todas partes, como ventanas al pasado, al tiempo en que no había ciudad, solo
rocas basálticas, árboles y pasto” Pág. 37
“Juan siempre
pensó que el cariño que sentía hacia ellos se debía a que era soltero. Un
hombre sin nadie a quien entregarle sus afectos es un hombre al que le sobran” Pág.
56
“El martirio es
inherente a tu condición y a la de todas las mujeres españolas de tu
generación. Pero la idea de que te quedes esta noche sola en el tanatorio es
ridícula. “ Pág
64
“ Ellos habían venido al mundo no a hacer florecer sus respectivas individualidades,
sino a pasar un testigo (…) y llegó Juan
sin hijos a la vista y les dijo que se quedaran con el testigo” Pág 72
"El tiempo siempre a mano. Ese código compartido en el que la humanidad entera puede descansar por un momento.” Pág. 123
“Su cerebro(el
de la madre) es una zaranda por la cual escapan los acontecimientos recientes
pero no los primitivos” Pág. 148
“Esa mujer le
va a dar a mamá lo que necesita pero no lo que se merece. Porque lo que se
merece es algo que solo tú y yo podemos darle. Nadie más”. Pág.
188
“¿Qué hubiera
hecho su madre sola, frente a un hombre amable pero que se refiere a ella como
la solicitante y a su marido recién muerto como el causante fallecido?” Pág.
226
“El tercer día
salió comino de casa, apreciando las luces frescas que le arrancaban a lo
blanco matices azulados. Llegó hasta el gran parque que llamaban Meadows, su
lugar favorito de la ciudad, y desde allí subió a los Links de Bruntsfield”. Pág.
237
“No necesita
rememorar una y otra vez las batallitas infantiles porque ha logrado desplazar
el peso de su existencia hacia adelante, que es lo que hacen los adultos” Pág.
250
“Eso es lo que
subyace en el pensamiento de la madre: que el deber de los hijos es hacerse
cargo de los padres incluso renunciando a su propia vida, como hicieron ellos
con los suyos (…) la dignidad de lo humano es dar cobijo, sustento y cuidado en
el tramo final y luego continuar con la vida de uno con la conciencia tranquila
y la esperanza de que la siguiente generación haga lo propio” Pág.
261
“Entiende que
la luz de su madre no se apagará como la de su padre. A él le tocará constatar, día tras día, cómo se
desvanece morosamente su identidad” Pág. 291
“Eso es solo el
principio, dice Isabel. Lo que viene ahora es mucho peor, Juan. En algún
momento ya no nos reconocerá, no podrá vestirse sola, ni diferenciar un tenedor
de un destornillador. Comerá cada vez peor, abandonará sus hábitos, dejaremos
de entender lo que dice” Pág. 393
“La idea de la
residencia le ha vuelto a la cabeza. Ahora siente que el lugar al que su madre
se dirige le está vedado. Que necesita la ayuda de personas que sepan qué hacer
con alguien así…” Pág. 302
