miércoles, 2 de julio de 2014

"Mañana no será lo que Dios quiera" LUIS GARCÍA MONTERO. Santillana 2011. PUNTO DE LECTURA

   Había escuchado con frecuencia a Luis García Montero en la Cadena Ser. Intervenciones breves en la radio, pero que me impactaban por la facilidad y fluidez con que hacía unos análisis certeros de la realidad social y política de España. Siempre rebosantes de literatura. Un placer, como bien se observará en estas magníficas fotografías de su biografía novelada sobre el poeta Ángel González.  

"La carrera de maestro era la tentación lógica para los muchachos que no nadaban en la abundancia, ni tenían padres con el poder de asegurar un puesto en la administración" pág. 26
  
"Ángel lo recuerda así y se recuerda a él entre su madre y sus hermanos, orgulloso de sentirse heredero de Pedro González Cano, su padre, con el que apenas llegó a convivir, pero al que conoció muy bien gracias a la memoria familiar, llena de datos precisos y a las brumas de la propia memoria. Las vidas se hacen bruma y luego las brumas regresan a la vida en la madera trabajada de los recuerdos" pág. 59

"Hay cosas que no se hacen a cierta edad  y en ciertas épocas. Una mujer cuarentona en estado de buena esperanza corría entonces el peligro de recibir miradas insolentes o de soportar algún comentario chistoso al pasear con su marido por la calle. Después de tantos años de casados, no habían sabido ordenar las pasiones y establecer las fronteras que distinguen el amor y el vicio. Los ojos vigilan el curso de los acontecimientos dictados por las costumbres con más insistencia que el azar y la vida" pág. 61

"El sol da en la ventana igual que en la superficie de un estanque. La luz acaricia el cristal, detiene su velocidad un momento y luego se disuelve hacia el interior, sosegada, alegre, cálida, extendiendo en la atmósfera de la casa una acogedora sensación de pertenencia" pág. 74

Del personaje Rionda "asombrado ante el tesoro de la enciclopedia, con ese respeto propio de los obreros socialistas que identificaban las escuelas con la libertad y confiaban en una cultura capaz de hacerles entender, dominar y transformar letra por letra el mundo" pág. 79

"Las palabras de los mayores entran en el oído de los mayores, pero se quedan flotando en el aire de una habitación hasta mezclarse con la luz en la memoria de los niños. Las palabras, los nombres, las historias de familia, los olores del desayuno que se ha preparado en la cocina. Los ruidos de la calle forman parte del suelo sobre el que se aprende a andar." pág. 81

"Enseñar a leer es algo más que conseguir que alguien interprete letras, palabras y frases. El niño había aprendido de su madre y su hermana ese ligamento especial que une los ojos a las páginas de un libro, y el corazón a los ojos, y las ideas al corazón" pág. 126
  
"Las malas noticias se pegan en la piel de los mensajeros, toman posesión de sus labios y su rostro, haciéndoles responsables de lo que saben, de lo que saben decir, de lo que no pueden callarse. A medida que cruzaba la ciudad, Ángel se sentía más solo y más perdido, culpable por la muerte de su hermano, como si él fuese la causa del dolor, el responsable de las balas que habían acabado con él." pág. 265

"Un reloj que sigue marcando las horas, aunque ya no pertenezca a su dueño. Creo que eso es la literatura" pág. 417

Un poema de "Nada grave" que se titula "la verdad de la mentira":
  "Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
-- Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad." pág. 418