Que en 1928
alguien tuviera la idea de exponer una cuestión tan controvertida para aquella
época como era el tema de la “mujer y la novela” de un modo tan atrevido, y con
una visión tan particular… parece inverosímil.
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¿Qué
necesitan las mujeres para escribir buenas novelas?
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Independencia
económica y personal, es decir, una habitación propia.
Virginia Woolf
ofrece una buena explicación a la falta de presencia de la mujer en la
literatura. Sus argumentos son expuestos de un modo original y personal.
Si alguien
tiene dudas sobre la influencia de las circunstancias y el contexto social en
el comportamiento de las personas, este es su libro.
“Instantáneamente surgió,
como un ángel guardián, cortándome el paso con un revoloteo de ropajes negros
en lugar de alas blancas, un caballero disgustado, plateado, amable, que en voz
queda sintió comunicarme que no se admite a las señoras en la biblioteca más
que acompañadas de un “fellow” o provistas de una carta de presentación” Pág. 15
“Al
recuerdo de los juegos y peleas allá en Escocia, lugar que nunca cesaba de
alabar por lo agradable de su aire y la calidad de sus pasteles” Pág 34
“Hacer
una fortuna y tener trece hijos , ningún ser humano hubiera podido aguantarlo (…) Pág.
34
“La
vida es ardua, difícil, una lucha perpetua. Requiere un coraje y una fuerza de
gigante. Más que nada vivimos de la ilusión, quizá para nosotros lo más
importante sea la confianza en nosotros mismos” Pág. 49 ¿Y cómo generar esta
cualidad?. Pensando que los demás son inferiores Pág. 49
“¿Es
mejor ser repartidor de carbón o niñera? ¿Es menos útil al mundo la mujer de
limpieza que ha criado ocho hijos que el abogado que ha hecho cien mil libras”
Pág. 56
“(La
mujer) en la literatura domina la vida de reyes (…) algunas de las palabras más
inspiradas, de los pensamientos más profundos salen de sus labios; en la vida real,
sabía apenas leer, apenas escribir, y era propiedad de su marido. Pág. 62 En
referencia al análisis histórico del papel de la mujer.
“Lo
que encuentro deplorable es que no se sepa nada de la mujer antes del siglo
XVIII” Pág. 65
“El
obispo tenía razón: le hubiera sido imposible a una mujer escribir las obras de
Shakespeare en la época de Shakespeare”. Pág. 66
“Tener
una habitación propia, ya no digamos tranquila, era algo impensable aun a principios
del XIX” Pág. 73
“Porque
las obras maestras no son realizaciones individuales y solidarias; son el resultado
de muchos años de pensamiento común, de modo que a través de la voz individual
habla la experiencia de la masa” Pág. 91
“En
fragmentos de Jane Eyre se ve claramente que la cólera empañaba la integridad
de E. Bronté novelista. Abandonó la historia para atender una queja personal (…)
la indignación hizo desviar su imaginación y la sentimos desviarse” Pág. 101
“Es
funesto ser un hombre o una mujer a secas; uno debe ser mujer con algo de
hombre, u hombre con algo de mujer. (…) Alguna clase de colaboración debe
operarse en la mente entre la mujer y el hombre para que el arte de creación
pueda realizarse”. Pág. 140-141
Citando
a Sir Arthur Quiller-Couch, “El poeta pobre no tiene más esperanzas que un
esclavo ateniense de lograr esta libertad intelectual de la que nacen las
grandes obras literarias” Pág. 145
Es
más importante ser uno mismo que cualquier otra cosa. No soñéis con influenciar
a otra gente. Pensad en las cosas en sí”. Pág. 149