jueves, 10 de diciembre de 2015

“El primo Basilio”. JOSÉ MARÍA EÇA DE QUEIROZ.Editorial Alianza. 2004

   No hemos estado ausente por falta de lecturas, pero no siempre se leen textos que merezcan figurar en esta lista que vamos conformando. De nuevo ha sido necesario mirar hacia atrás para encontrar una novela en la que, desde nuestro punto de vista, confluyen algunos aspectos interesantes: el contexto histórico social en que se enmarca (el interesantísimo siglo XIX), un movimiento literario que personalmente me atrae (el realismo), una temática de las grandes novelas de dicho movimiento (Bovary, Karenina, Regenta...), un estudio y perfil de los personajes (Basilio, Juliana, Sebastián, Jorge...) extraordinarios y finalmente una prosa plagada de abundantes descripciones, que en ocasiones pueden cansar, pero que tienen una calidad literaria indudable. 
  Describiendo a Juliana “Tendría unos cuarenta años y era delgadísima. Sus menudas facciones, cansadas, tenían la palidez, el tono bajo que denuncia las enfermedades del corazón”  Pág 12

"Las nieves que en la frente se acumulan //terminan por cubrir el corazón" Pág. 37

"El adulterio aparecía así como un deber aristocrático. La virtud parecía ser, según lo que él contaba el defecto de los espíritus pequeños o la ocupación vulgar de un temperamento burgués” Pág.135

Comentando los escándalos y conductas de la aristocracia
"Falta de religión- suspiró la estanquera
El señor Paula se encogió de hombros:
¡Pues por la religión es todo eso! Con los curas es con quienes más andan… ¡Con los curas es con los que forman una cuadrilla deleznable! Pág. 150

Opinión de uno de los personajes, Leopoldina: "¡Qué horror! ¿Hijos yo? ¡Ni hablar de ellos! Que Dios no me castigue, pero si tuviera esa desgracia, me parece que iba corriendo a ver a la vieja del callejón de la Paja…"  Pág. 176

De Luisa: "¿Qué era lo que la había empujado hacia él?... Ni siquiera ella lo sabía; quizá hubiera sido tan sólo el no tener nada que hacer, la curiosidad novelesca y morbosa de tener un amante, mil insignificantes vanidades llenas de imaginación, cierto deseo físico… ¿Y acaso había sentido esa felicidad que, según las novelas y las óperas producen los amores ilegítimos, esa felicidad que hace olvidarlo todo, afrontar la muerte  y casi desearla? ¡Nunca!" Pág. 235

"Tenía ante ella la vaga timidez respetuosa de las constituciones débiles ante los cuerpos poderosos". Pág. 365

"La concupiscencia le provocaba una respiración de toro." Pág. 384
Un ejemplo de la capacidad descriptiva. "El cuarto, en el que se había encendido la luz desde hacía mucho tiempo, tenía la frialdad deshabitada; en la pared, junto al techo, había manchas  de humedad; la antigua cama con columnas torneadas, sin dosel, y el viejo tocador del siglo pasado, con su  espejo falto de azogue, presentaban, a la luz oscilante de la vela, un aspecto triste que delataba que allí se había extinguido la vida, la convivencia… Pág. 434
“Jorge se daba cuenta de que la adoraba y se sentía más desdichado” Pág. 452