Ésta era una de las novelas que debía figurar aquí, aunque sólo fuera por su repercusión tradicional que no deja indiferente a los lectores.
Más allá de la discusión en torno a la influencia posterior en la literatura universal (véase La Regenta) y la supuesta fama debida a la polémica del procesamiento de Flaubert; resulta una obra de una gran fuerza narrativa. Moderna en su estilo, que por momentos se asemeja a la cinematografía; y clásica en cuanto a la estructura, que nos transporta a la tragedia.
Desde la primera cita que reproducimos aquí se declara el afán de Flaubert por mostrarnos a la protagonista desde un análisis psicológico.
Pocas veces vemos un esfuerzo tan denostado del autor por ofrecer un perfil de los personajes con tan buenos resultados, pues a través de la historia no solo se preocupa por los actores principales Charles y Madame Bobary, sino que por ella desfilan otros muchos que nos proporcionan un magnífico retrato de la sociedad decimonónica.
Imprescindible.
Respecto de Madame Bovary
:"Necesitaba sacar de las cosas una especie de provecho
personal; y rechazaba como inútil todo lo que no contribuía al
consuelo inmediato de su corazón, pues, siendo de temperamento más
sentimental que artístico, buscaba emociones y no paisajes."
pág. 121
Hablando de Charles "La
conversación de Charles era insulsa como una acera de calle (...)
¿Acaso un hombre no debía conocerlo todo, destacar en actividades
múltiples, iniciar a la mujer en las energías de la pasión, en los
refinamientos de la vida, en todos los misterios? Pero este no
enseñaba nada, no sabía nada, no deseaba nada." Pág. 126
La madre de Charles: "el
amor de Charles por Enma le parecía una deserción de su ternura,
una invasión de aquello que le pertenecía; y observaba la felicidad
de su hijo con un silencio triste, como alguien venido a menos que
mira, a través de los cristales, a la gente sentada a la mesa en su
antigua casa". Pág. 127
El farmacéutico: "Tengo
una religión, mi religión (...) creo en el Ser Supremo, un Creador,
(...) pero no necesito ir a una iglesia a besar bandejas de plata y a
engordar con mi bolsillo a un montón de farsantes que se alimentan
mejor que nosotros." Pág. 162
"León la sintió
entre sus dedos, y la sustancia misma de todo su ser le parecía
concentrarse en aquella palma de la mano húmeda" Pág. 205
De la relación con
su amante Rodolphe " se abrazaron y todo su rencor se derritió
como la nieve bajo el calor de aquel beso." Pág. 269
"Enma se parecía a
todas sus amantes; y el encanto de la novedad, cayendo poco a poco
como un vestido, dejaba al desnudo la eterna monotonía de la pasión
que tiene siempre las mismas formas y el mismo lenguaje" Pág.
273
"Nunca Madame Bovary
estuvo tan bella como en esta época: tenía esa indefinible belleza
que resulta de la alegría, del entusiasmo, del éxito, y que no es
más que la armonía del temperamento con las circunstancias. Sus
ansias, sus penas, la experiencia del placer y sus ilusiones todavía
jóvenes, igual que les ocurre a las flores, con el abono, la lluvia,
los vientos y el sol, la habían ido desarrollando gradualmente y
ella se mostraba, por fin, en la plenitud de su naturaleza."
Pág. 177
Respecto de los olores
"los sacerdotes conocían su importancia, ellos que siempre han
mezclado aromas a sus ceremonias. Es para entorpecer el entendimineto
y provocar éxtasis, sosa por otro lado fácil de obtener en las
personas del sexo débil, que son más delicadas. Se habla de quienes
se desmayan al olor del cuero quemado, del pan tierno... Pág. 290
"Solo quiero decir
que la tolerancia es el medio más seguro de atraer las almas a la
religión" Pág. 301
"Charles la esperaba
y ella sentía en su corazón esa cabarde docilidad que es, para
muchas mujeres, como el castigo y al mismo tiempo el tributo del
adulterio" Pág. 328
Cómo le comunica el
farmacéutico (que en ese momento estaba muy enojado) a Enma la
muerte de su suegro: "Ha muerto su suegro" "el había
meditado la frase, la había redondeado, pulido, puesto ritmo, era
una obra maestra de prudencia y de transiciones, de giros finos y de
delicadezas, pero la cólera había vencido a la retórica" Pág.
333
"Entonces por
cobardía, por necedad, por ese icalificable sentimiento que nos
arrastra a las acciones menos deseadas..." Pág. 363-364
"Pero la denigración
de las personas a quienes amamos siempre nos aleja de ellas un poco.
No hay que tocar a los ídolos; su dorado se nos queda en las manos."
Pág. 364
"Pero un infinito de
pasiones puede concentrarse en un minuto, como una muchedumbre en un
pequeño espacio" Pág. 366
"Llama a la muchacha
– decía Charles – Ya sabes, hijita, que mamá no quiere que la
molesten." Pág. 370
"Parecía finalmente
perdido en una de esas felicidades completas que no pertenecen , sin
duda, más que a las ocupaciones mediocres, que divierten la
inteligencia por dificultades fáciles y la sacian en una realización
más allá de la cual no queda sino soñar" Pág. 387
Acudiendo a Rodolphe:
"Pues desde hacía tres años, él había evitado cuidadosamente
encontrarse con ella por esa cobardía natural que caracteriza al
sexo fuerte" Pág. 392
"Siempre hay detrás
de la muerte de alguien como una estupefacción que se desprende, tan
difícil es comprender esta llegada inesperada de la nada y
resignarse a creerlo" Pág. 407
"Charles no era de
esos que penetran hasta el fondo de las cosas; retrocedió ante las
pruebas, y sus celos inciertos se perdieron en la inmensidad de su
pena" Pág. 423
Charles reflexionando
acerca de la familia del farmacéutico "Era el más feliz de los
padres, el más afortunado de los hombres". ¡Error!, una
ambición sorda le roía: Homais deseada la cruz (la cruz de la
Legión de Honor)" Pág. 427