miércoles, 19 de noviembre de 2014

Madame Bovary. GUSTAVE FLAUBERT. Editorial Cátedra

   Ésta era una de las novelas que debía figurar aquí, aunque sólo fuera por su repercusión tradicional que no deja indiferente a los lectores. 
   Más allá de la discusión en torno a la influencia posterior en la literatura universal  (véase La Regenta) y la supuesta fama debida a la polémica del procesamiento de Flaubert; resulta una obra de una gran fuerza narrativa. Moderna en su estilo, que por momentos se asemeja a la cinematografía; y clásica en cuanto a la estructura, que nos transporta a la tragedia.
    Desde la primera cita que reproducimos aquí se declara el afán de Flaubert por mostrarnos a la protagonista desde un análisis psicológico. 
    Pocas veces vemos un esfuerzo tan denostado del autor por ofrecer un perfil de los personajes con tan buenos resultados, pues a través de la historia no solo se preocupa por los actores principales Charles y Madame Bobary, sino que por ella desfilan otros muchos que nos proporcionan un magnífico retrato de la sociedad decimonónica.
    Imprescindible. 

Respecto de Madame Bovary :"Necesitaba sacar de las cosas una especie de provecho personal; y rechazaba como inútil todo lo que no contribuía al consuelo inmediato de su corazón, pues, siendo de temperamento más sentimental que artístico, buscaba emociones y no paisajes." pág. 121

Hablando de Charles "La conversación de Charles era insulsa como una acera de calle (...) ¿Acaso un hombre no debía conocerlo todo, destacar en actividades múltiples, iniciar a la mujer en las energías de la pasión, en los refinamientos de la vida, en todos los misterios? Pero este no enseñaba nada, no sabía nada, no deseaba nada." Pág. 126

La madre de Charles: "el amor de Charles por Enma le parecía una deserción de su ternura, una invasión de aquello que le pertenecía; y observaba la felicidad de su hijo con un silencio triste, como alguien venido a menos que mira, a través de los cristales, a la gente sentada a la mesa en su antigua casa". Pág. 127

El farmacéutico: "Tengo una religión, mi religión (...) creo en el Ser Supremo, un Creador, (...) pero no necesito ir a una iglesia a besar bandejas de plata y a engordar con mi bolsillo a un montón de farsantes que se alimentan mejor que nosotros." Pág. 162

"León la sintió entre sus dedos, y la sustancia misma de todo su ser le parecía concentrarse en aquella palma de la mano húmeda" Pág. 205

De la relación con su amante Rodolphe " se abrazaron y todo su rencor se derritió como la nieve bajo el calor de aquel beso." Pág. 269

"Enma se parecía a todas sus amantes; y el encanto de la novedad, cayendo poco a poco como un vestido, dejaba al desnudo la eterna monotonía de la pasión que tiene siempre las mismas formas y el mismo lenguaje" Pág. 273

"Nunca Madame Bovary estuvo tan bella como en esta época: tenía esa indefinible belleza que resulta de la alegría, del entusiasmo, del éxito, y que no es más que la armonía del temperamento con las circunstancias. Sus ansias, sus penas, la experiencia del placer y sus ilusiones todavía jóvenes, igual que les ocurre a las flores, con el abono, la lluvia, los vientos y el sol, la habían ido desarrollando gradualmente y ella se mostraba, por fin, en la plenitud de su naturaleza." Pág. 177

Respecto de los olores "los sacerdotes conocían su importancia, ellos que siempre han mezclado aromas a sus ceremonias. Es para entorpecer el entendimineto y provocar éxtasis, sosa por otro lado fácil de obtener en las personas del sexo débil, que son más delicadas. Se habla de quienes se desmayan al olor del cuero quemado, del pan tierno... Pág. 290

"Solo quiero decir que la tolerancia es el medio más seguro de atraer las almas a la religión" Pág. 301

"Charles la esperaba y ella sentía en su corazón esa cabarde docilidad que es, para muchas mujeres, como el castigo y al mismo tiempo el tributo del adulterio" Pág. 328

Cómo le comunica el farmacéutico (que en ese momento estaba muy enojado) a Enma la muerte de su suegro: "Ha muerto su suegro" "el había meditado la frase, la había redondeado, pulido, puesto ritmo, era una obra maestra de prudencia y de transiciones, de giros finos y de delicadezas, pero la cólera había vencido a la retórica" Pág. 333

"Entonces por cobardía, por necedad, por ese icalificable sentimiento que nos arrastra a las acciones menos deseadas..." Pág. 363-364

"Pero la denigración de las personas a quienes amamos siempre nos aleja de ellas un poco. No hay que tocar a los ídolos; su dorado se nos queda en las manos." Pág. 364

"Pero un infinito de pasiones puede concentrarse en un minuto, como una muchedumbre en un pequeño espacio" Pág. 366

"Llama a la muchacha – decía Charles – Ya sabes, hijita, que mamá no quiere que la molesten." Pág. 370

"Parecía finalmente perdido en una de esas felicidades completas que no pertenecen , sin duda, más que a las ocupaciones mediocres, que divierten la inteligencia por dificultades fáciles y la sacian en una realización más allá de la cual no queda sino soñar" Pág. 387

Acudiendo a Rodolphe: "Pues desde hacía tres años, él había evitado cuidadosamente encontrarse con ella por esa cobardía natural que caracteriza al sexo fuerte" Pág. 392

"Siempre hay detrás de la muerte de alguien como una estupefacción que se desprende, tan difícil es comprender esta llegada inesperada de la nada y resignarse a creerlo" Pág. 407

"Charles no era de esos que penetran hasta el fondo de las cosas; retrocedió ante las pruebas, y sus celos inciertos se perdieron en la inmensidad de su pena" Pág. 423


Charles reflexionando acerca de la familia del farmacéutico "Era el más feliz de los padres, el más afortunado de los hombres". ¡Error!, una ambición sorda le roía: Homais deseada la cruz (la cruz de la Legión de Honor)" Pág. 427