Para muchos este es su mejor libro. Otros lo consideran un libro muy controvertido. Pero lo que no cabe la menor duda es que no te deja indiferente. Y es que quizás su originalidad, muy en la línea de su autor, reside en la ambigüedad con que pasa por los diferentes temas que la trama va dejando a su paso.
En
ocasiones llega a ser irritante la actitud de algunos de los personajes, pero
precisamente eso lo hace distinto. Coetzee no elige un personaje con el que
podamos identificarnos ni conductual ni moralmente. Todos ellos participan de
un entramado, unas circunstancias y una situación en la que el contexto influye
de forma determinante en el comportamiento.
Con
estilo de escritura muy directo, sin adornos, preciso… Coetzee nos va a mostrar
lo frágil que podemos llegar a ser como individuos y como sociedad. La facilidad con que todo nuestro mundo puede
saltar por los aires. Y con él muchas de nuestras convicciones. De la desgracia personal a la colectiva de una Sudáfrica con el apartheid y sus rescoldos todavía calientes; ese es el contexto.
Recomendaríamos
empezar por Infancia, Juventud y Verano, las autobiografías noveladas del autor;
pero este es el libro que no debemos perdernos a continuación.
“Ese
es su temperamento. Su temperamento ya no va a cambiar: es demasiado viejo. Su
temperamento ya está cuajado, es inamovible. Primero el cráneo, luego el
temperamento: las dos partes más duras del cuerpo” Pág. 6
“La sociedad humana ha creado el lenguaje con la finalidad de que podamos comunicarnos unos a otros nuestros pensamientos, sentimientos e intenciones. Su opinión, por más que no la airee, es que el origen del habla radica en la canción, y el origen de la canción, en la necesidad de llenar por medio del sonido la inmensidad y el vacío del alma humana” Pág. 8
“Como
no tiene ningún respeto por las materias que imparte, no causa ninguna
impresión en sus alumnos. Cuando les habla, lo miran sin verlo; olvidan su
nombre” Pág. 8
“Cena con su exmujer, Rosalind. Llevan ocho años separados. Poco a poco, con cautela, han ido retomando una antigua amistad, al menos en cierto modo. Son como dos veteranos de guerra. A él lo tranquiliza que Rosalind siga viviendo cerca; puede que ella sienta lo mismo. Es una persona con la que puede contar cuando llegue lo peor: la caída en la bañera, las manchas de sangre en una deposición.” Pág. 44
“- ¿Tienes en mente prohibir todo trato íntimo entre personas de distintas generaciones?
-No
, no necesariamente. Pero en calidad de profesores ocupamos una posición de
poder. Tal vez se trate de prohibirnos caer en la tentación de mezclar toda
relación de poder con una relación sexual. Si no una prohibición, yo
aconsejaría una cautela extrema (Respuesta de Swarts)” Pág. 52
-Sí. Cuando todo lo demás me falla, me pongo a filosofar” Pág. 59
-Es
muy amable que digas eso, querida, pero prefiero conservar tu amistad. Las visitas
prolongadas no son provechosas para las buenas amistades” Pág. 64
“Eso del chivo expiatorio funcionaba mientras hubiera un poder religioso que lo avalase. Se cargaban todos los pecados de la ciudad a lomos del chivo, se le expulsaba de la ciudad y la ciudad quedaba limpia de pecado. Si funcionaba, es porque todos los implicados sabían interpretar el ritual, incluidos los dioses.” Pág. 88
“Por primera vez prueba a qué sabe el hecho de ser un viejo, estar cansado hasta los huesos, no tener esperanzas, carecer de deseos, ser indiferente al futuro” Pág. 104
“Cada vez está más convencido de que el inglés es un medio inadecuado para plasmar la verdad de Sudáfrica” Pág. 114
“La vida en el campo siempre ha sido cuestión de que unos vecinos tramen sus planes para fastidiar a otros y viceversa, y por eso se desean los unos a los otros todo tipo de plagas, malas cosechas, ruinas financieras, y a pesar de todo en plena crisis se echan una mano.” Pág. 115
¿Qué traerá consigo el hecho de ser abuelo? En calidad de padre no ha sido gran cosa, a pesar de haberlo intentado con más ahínco que la mayoría. En calidad de abuelo seguramente quedará también por debajo de la media. Carece de virtudes de los viejos: ecuanimidad, afabilidad, paciencia. Pero tal vez lleguen esas virtudes tal como otras desaparecen: la virtud de la pasión, por ejemplo. Tendrá que echar un vistazo a Víctor Hugo, el poeta que mejor ha plasmado la condición del abuelo.” Pág. 208
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