domingo, 24 de mayo de 2015

"El extranjero" Albert Camus. Alianza/Emecé. 1999

  Con una trama simple y en ocasiones sorprendentemente carente de adorno literario, el autor nos lleva a reflexionar en torno al ser humano y su condición. ¿Son las convicciones sociales una tiranía para el individuo?, ¿la vida social es una gran mentira, un gran teatro?, ¿Qué es lo que se condena en el crimen de Meursault, su conducta antisocial, alejada de lo que la sociedad establece?.
La pasividad de Meursaultd es en el juicio más determinante para su condena que la "falta" cometida.
De esas que se leen de un tirón, pero sin prisas. Demuestra que resulta innecesario el propósito de muchos escritores por alcanzar un número elevado de páginas.

El calor gravitando en todo momento:"Hoy, el sol desbordante estremecía el paisaje y lo hacía inhumano y deprimente" pág. 21

Magnífica descripción" Guardé otras imágenes de esa jornada: por ejemplo, el rostro de Pérez cuando, por última vez, nos alcanzó cerca del pueblo. Gruesas lágrimas de nerviosismo y dolor corrían por sus mejillas, pero las arrugas las retenían, se estancaban, se reunían y formaban un barniz de agua en aquel rostro destruido." pág 23-24

El protagonista:"Pensé que, al cabo, era un domingo de menos, que mamá estaba ahora enterrada, que iba a volver a mi trabajo y que, después de todo, nada había cambiado" pág. 30

Una muestra de que a veces parece una obra contada: "Con todo, volví directamente a casa porque quería hacerme patatas cocidas" pág. 31

La relación del viejo y el perro, para reflexionar...: "Un poco después, el viejo Salamano abroncó a su perro; oímos un ruido de suelas y de uñas en los escalones de madera y luego: Cabrón, carroña, salieron a la calle" pág. 39-40

Respecto del perro: "su verdadera enfermedad era la vejez, y la vejez no se puede curar" pág. 49

Un argumento recurrente."Sabía que en el barrio se me había juzgado mal porque había llevado a mi madre al asilo, pero él me conocía y estaba seguro de que yo quería mucho a mamá" pág. 50

"Por supuesto que yo quería a mamá, pero eso no quería decir nada. Todos los seres normales habían, más o menos, deseado la muerte de los que amaban" pág. 69

Con el cura: "...si creía en Dios. Respondí que no. Se sentó con indignación. Me dijo que era imposible, que todos los hombres creían en Dios, incluso los que se apartaban de su faz." pág.73

"Comprendí entonces que un hombre que no hubiese vivido más que un solo día podría, sin dificultad, vivir cien años en una prisión. Tendría suficientes recuerdos para no aburrirse" pág. 82

"Me preguntó por qué había llevado a mamá al asilo. Respondí que la causa era mi falta de dinero para hacerla acompañar y cuidar. Me preguntó si me había resultado difícil y respondí que ni mamá ni yo nada esperábamos ya uno del otro, ni de nadie, y que ambos nos habíamos acostumbrado a nuestras nuevas vidas." pág. 91

"Dijo que yo no había querido ver a mamá, que había fumado, que había dormido y que había tomado café con leche. Sentí entonces que algo indignaba a toda la sala y, por vez primera, comprendí que era culpable" pág. 93

Frase muy representativa, del fiscal: "Señores del jurado, al día siguiente de la muerte de su madre, este hombre se bañaba, iniciaba una relación irregular e iba a reírse a un filme cómico. No tengo más que decirles" pág. 97

"Toda la inutilidad de lo que hacía aquí me subió entonces a la garganta y no tuve más que el apremiante deseo de terminar. De volver a encontrarme en mi celda y en ella el sueño" pág. 107
"Pues bien, habré de morir. Antes que otros, era evidente. Pero todo el mundo sabe que la vida no vale la pena de ser vivida" pág.115


jueves, 7 de mayo de 2015

"El balcón en invierno" LUIS LANDERO. Editorial Tusquets. 6ª edición, 2015.

Cuántas "generaciones" nos reconocemos en esta narración. Además del interés por las vicisitudes personales de Luis Landero, que ya de por sí justifican la lectura de esta obra, encontramos un gran placer en leer la visión de hechos y lugares comunes plasmados con la magnífica pluma de Luis. Que lleve seis ediciones a medio año de su publicación es un indicador de lo bien que llega al público esta pequeña joya. Lástima que todos no tengamos su facilidad para expresar lo vivido y lo intuido, y que como él dice, nuestro paso por aquí quede en poco tiempo en "un mar de olvido". Pues eso, no te la pierdas.

En el pensamiento paterno: "Habíamos emigrado, habíamos emprendido una gran aventura para enfrentarnos a enemigos temibles, para superar grandes obstáculos y alcanzar las más altas metas. (...)Entretanto no teníamos derecho a la risa, al placer. La risa y el placer había que ganarlos con el mismo sudor con que se gana el pan. (...) Al final, eso sí, reiríamos más fuerte que nadie, pero solo entonces" Pág. 36

Respecto de su familia: "Todos. Labradores, como se decía entonces, para diferenciarlos de los grandes propietarios y de los jornaleros. Porque en tu familia no había nadie que fuese rico, pero tampoco había pobres." Pág. 43-44

  "Y luego, un día, no sé de qué manera, dejé de creer en Dios y me encontré creyendo en Gustavo Adolfo Bécquer. En aquel tiempo, yo solo tenía un libro en propiedad. Ese libro era "las mil mejores poesías de la lengua castellana" Pág. 85

  Una muestra de su humor: "Él decía que cuando estuvo en la infantería no tiraba a dar, o que tiraba con los ojos cerrados, contestaba siempre a mi madre. Yo pienso que quizá eso es lo que decían todos. Nadie tiraba a dar, o cerraban los ojos al apretar el gatillo, pero caían como moscas. Para ser una guerra entre ciegos, la masacre que armaron no estuvo nada mal" Pág. 106

  "Como nunca tuve amigos cultos ni traté con gente aficionada a los libros, como no hubo ningún maestro que pusiera un poco de orden en el caos, y como mi penoso bachillerato de ciencias me privó tanto de una elemental formación científica como humanística, yo vivía al margen de todo canon cultural, en una especie de estado silvestre, y así, desinformado y descanonizado, entré en la librería aquella tarde del 69 y compré el libro por el que suspiraba desde hacía algún tiempo" Pág. 125

 A propósito de la Guerra Civil: "Siempre me ha intrigado, como un rasgo significativo y misterioso de la psicología humana, que la vida de diario encuentre un cauce para seguir fluyendo como si tal cosa durante las guerras, que los niños sigan jugando, los músicos haciendo música, los bailarines danzando..." Pág.129

  "Más tarde comprendí que los campesinos, como también les ocurre a los niños, no saben lo que es la belleza campestre. Donde otros ven un paisaje, ellos solo ven un sembrado, una dehesa, un erial bueno para cabras, un cerro o un barbecho. No se han parado a contemplar la naturaleza, sino que viven revueltos, confundidos con ella" Pág. 182

  "Esa palabra, corresponder, la tengo marcada a fuego desde niño. Si te hacían un regalo, una invitación, había que corresponder " Pág. 211

  Ante el final de las vacaciones "Y según se acercaba octubre, y con él el duro mundo del mañana, iba como manando de mí una tristeza cuyo sabor amargo sigue intacto en mi alma." Pág. 225