Tenía que incluir este libro en el blog, siquiera por lo que se intuye en cuanto a la génesis y explosión de la Segunda República Española. Difícilmente podrá encontrarse un periodo de la historia de un país tan apasionante y apasionado, tan necesitado, como el que sirve de ambientación para esta breve pero intensa novela. También necesitaba que un libro que habla de una profesión que personificó ese apasionamiento que hemos mencionado ocupara un lugar en este rincón. El capítulo de las Misiones Pedagógicas justifica su lectura: ¡cuánta ilusión, cuánto altruismo...!
"¿Quién sabe
leer?. Y un niño menudito y rubiaco dijo: Yo, "¿Y los demás"
insistí. "Los demás no saben", contestó él. "Si
supieran no estarían aquí..."¿Dónde estarían?",
pregunté estúpidamente. Y él sonrió lacónico y dijo:
"Trabajando". Pág. 23
"Tenía que pasar
mucho tiempo hasta que yo me diera cuenta de que lo que me daban los
niños valía más que todo lo que ellos recibían de mí" pág.
43
He contado muchas veces
los recuerdos que me quedan de Guinea. Tantas, que llego a pensar si
los transformo y los complico o, por el contrario, los simplifico
demasiado. Cuando vivimos sin testigos que nos ayuden a recordar es
difícil ser un buen notario. Levantamos actas confusas o
contradictorias, según el poso que el tiempo haya dejado en los
recodos de la memoria" pág. 60
"A los ojos de mi
padre la carrera de maestra reunía las características más
favorables para una mujer: decencia, consideración social, nobleza
de miras..." pág. 96
Siempre me ha
gustado pasear, de modo que si a veces me negaba no era por falta de
ganas, sino por exceso de trabajo". Pág. 99
"Si yo quisiera
explicar lo que era entonces para mí la política, no sabría. Yo
creía en la cultura, en la educación, en la justicia. Amaba mi
profesión y me entregaba a ella con afán. ¿Todo esto es política?
Pág. 108
"-Tienen que
comprender -decía Ezequiel- que la moral es otra cosa; está por
encima de las religiones. La moral es el resultado de aceptar la
verdad y la justicia en todas partes del mundo. Porque la verdad y la
justicia no tienen fronteras..." pág. 119
"Vivíamos como
campesinos. Como ellos comíamos cada día del año el cocido modesto
de garbanzos, repollo, un chorizo, un trocito de tocino. Y sopas de
ajo con huevo por la noche" pág. 128
"Hacer del trabajo
de todos la gran Misión que salvara a España del aislamiento y la
ignorancia" pág. 135
"Cuando todo español
no sólo sepa leer, que ya es bastante, sino tenga ansias de leer, de
gozar y divertirse, sí, de divertirse leyendo, habrá una nueva
España. Para eso la República ha empezado a repartir por todas
partes libros y por eso también al marcharnos os dejaremos nosotros
una pequeña biblioteca..." pág. 138
"Siempre me ha sorprendido la dificultad que el ser humano tiene para soportar las molestias cotidianas y la valentía con que afronta las situaciones excepcionales."pág. 213
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