jueves, 17 de enero de 2013

Donde se alzan los tronos. ÁNGELES CASO. Editorial Planeta


Las miserias del poder, el juego de tronos que se refleja en esta obra la hacen muy interesante de cara al lector, al margen del esfuerzo de documentación que la autora ha tenido que llevar a cabo. De lectura muy entretenida, aunque no se trate de una novela histórica llaman mucho la atención los aspectos anecdóticos ciertos con que está salpicada, que deja entrever la realidad de la época. En algunas cuestiones no hemos cambiado nada: el poder es el poder. 

El despertar del rey Luis XIV "A esas alturas de la mañana , en la habitación real había ya unos treinta hombres. Vigilando atentamente las expresiones del soberano  ( ...) todos asistieron impasibles a los Quehaceres del Rey. Luis ocupó su sitio en su exquisita silla-orinal de terciopelo carmesí bordado en oro y, con regia puntualidad, procedió a sus deposiciones, mientras el médico Jarzat esperaba para recoger la bacinilla y observar el estado de los restos de su Majestad." pág. 42-43

El punto de vista de la princesa de los Ursinos desde la Francia del siglo XVIII "Allí estaba aquella especie de mono sucio, el patriarca de las Indias, bajo, renegrido  y feo. Y alrededor, todos aquellos hombres tan bajos, tan renegridos y tan feos como él, los Grandes de España, los nobles más importantes, espantosamente vestidos de negro, con las enormes golillas amarillentas y sobadas fijándoles las cabezas -que apenas podían mover- como si fuesen espantapájaros" pág. 72

Insistiendo en boca de la  Reina María Luisa "¡No tengo miedo! ¿Yo nunca tengo miedo!  ¡Lo que tengo es rabia! ¡Son muy feos! ¡Los españoles son muy feos! ¡Y muy mal educados! ¡Y yo no quiero ponerme esas ropas tan horrorosas ni comer ajo...! ¡No quiero vivir en el Alcázar! ¡Sólo quiero irme a mi casa!" pág. 78

Sobre la princesa de los Ursinos " Una mujer que aún conservaba intacta dentro de su cabeza el ansia de participar en la vida pública y la ambición de acumular poder. Ella consideraba ese deseo un tesoro. Era estimulante. De hecho pensaba que ese era el secreto que la mantenía joven mientras las demás mujeres de su edad se derrumbaban a su alrededor" pág. 81

"Cuando se corrió la voz de que el Marqués de Villafranca del Bierzo había encargado ropas para toda su familia a París con la idea de darle una sorpresa al Rey a su vuelta, nadie quiso quedarse atrás... El Conde de Castrollano consumió buena parte de la futura dote de su hija" pág. 113

"La Reina no se quejaba de la escasez de fiestas y banquetes y funciones de teatro,  a medias prohibidas porque los cotolicísimos Grandes reprobaban en público cualquier demostración de alegría o de placer, aunque en privado muchos de ellos se permitían vicios innombrables."  pág. 184

Respecto a los enfrentamientos con el Archiduque "me temo que las negociaciones puedan ser largas. Puesto que nadie ha sido derrotado, todo el mundo querrá sacar su propia tajada" pág. 230

"Las gentes tan piadosas eran un peligro: se aferraban a la voluntad de Dios en cada acontecimiento de sus vidas , y luego o había manera de hacerlas razonar" pág. 230

Entre los atributos para la elección de Isabel de Farnesio como esposa del Rey enviudado se cita "posee una dentadura magnifica"