martes, 7 de septiembre de 2010

El amor en los tiempos del cólera. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. Círculo de Lectores.

"Otra cosa bien distinta habría sido la vida para ambos, de haber sabido a tiempo que era más difícil sortear las grandes catástrofes matrimoniales que las miserias minúsculas de cada día. Pero si algo habían aprendido juntos era que la sabiduría nos llega cuando no sirve para nada" pág.35

En alusión al doctor J. Urbino "De no ser lo que era en esencia, un cristiano a la antigua, tal vez hubiera estado de acuerdo con Jeremiah de Saint-Amour en que la vejez era un estado indecente que debía impedirse a tiempo" pág. 50

Tránsito Ariza respecto de Florentino Ariza "Le recordó que los débiles no entrarían jamás en el reino del amor, que es un reino inclemente y mezquino, y que las mujeres sólo se entregan a los hombres de ánimo resuelto, porque les infunden la seguridad que tanto ansían para enfrentarse a la vida" pág. 73

Respecto de la relación epistolar entre F. Daza y F. Ariza "En realidad eran cartas de distracción , destinadas a mantener las brasas vivas pero sin poner la mano en el fuego, mientras que Florentino Ariza se incineraba en cada línea" pág 77

En alusión a Juvenal "Era todavía demasiado joven para saber que la memoria del corazón eliminina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado" pág. 113

"Los idiomas hay que saberlos cuando uno va a vender algo. Pero cuando uno va a comprar, todo el mundo le entiende como sea" pág. 170

"... y sólo entonces había comprendido que un hombre sabe cuando empieza a envejecer porque empieza a parecerse a su padre" pág. 176

"Florentino Ariza terminaría por saber que el mundo estaba lleno de viudas felices. Las había visto enloquecer de dolor ante el cadáver del esposo, suplicando que las enterraran vivas... pero a medida que se iban reconciliando con la realidad de su nuevo estado se las veía surgir de las cenizas con una vitalidad reverdecida..." pág. 208

F. Daza respecto de su hijo "en la soledad del palacio aprendió a conocerlo, se conocieron y descubrió con alborozo que los hijos no se quieren por ser hijos sino por la amistad de la crianza." pág.213

"Terminaron por conocerse tanto, que antes de los treinta años de casados eran como un mismo ser dividido, y se sentían incómodos por la frecuencia con que se adivinaban el pensamiento sin proponérselo" pág.230

F. Daza "que se vayan a la mierda. Si alguna ventaja tenemos las viudas, es que no nos queda nadie que nos mande" pág.331